Lo que compartes te define

El año pasado, Liz comenzó a experimentar revisando contenido en Twitter. Ella tuvo tres buenas razones y eran:

  1. Twitter ya no era una extensión de su blog, sino que se había convertido en algo propio. Así como tener una nueva casa para las vacaciones de verano, donde se conoce mucha gente nueva, muchas de las personas en esa red no conocían su historia, habilidades, profesionalidad o sus intereses. Una biografía en Twitter no ayuda a dejar en claro eso.
  2. La publicación semanal de un link en su blog “The SOB Business Café” no era tan útil como el filtro de antes. Ninguna publicación era lo suficientemente permanente para esperar hasta el día viernes y compartirla. Una única publicación recopila la necesidad de estar bien posicionado en el nicho con un título que lleve el valor al lugar del que viene. Reordenar las cosas en ese ámbito sería algo totalmente distinto. Ella tuvo otras ideas acerca de usar el espacio para presentar miembros de la comunidad.
  3. Para Liz, ser blogger le había proporcionado una forma de mantener la disciplina de escribir a diario, un hábito que había mejorado sus habilidades por décadas. La idea de revisar buen contenido le había entregado la disciplina de un escritor que lee contenido a diario, un hábito que mejoraría sus habilidades y la mantendría actualizada en un entorno de negocios de cambio constante.

Decir que fue una deuda saldada sirve para definirlo. Mientras Liz lee artículos para publicar, encuentra nuevos pensamientos e ideas para escribir en el futuro. Igual a como lo hacía en su blog, revisar contenido en Twitter le enseñó más acerca de las relaciones humanas, habilidades sociales y creación de una red de contactos que jamás habría esperado.

Aquí está como ella lo hizo…

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